18 Mayo 2008
Actualizado: 12:07 AM hora de Cd. Juárez
Juan de Dios Olivas
El Diario
Una vez que Carlos Camacho fuera ‘levantado’ por un comando armado y encontrado su cadáver en la cajuela de un vehículo, la familia del funcionario federal exigió justicia a las autoridades.
“Son fregaderas lo que le hicieron, ¿qué están haciendo?, mi hermano era una persona recta, una persona de trabajo, dijo Javier Eduardo Camacho al salir del anfiteatro de la UACJ donde identificó a su familiar. Negó que Carlos Froylán tuviera enemigos o problemas que hayan devenido en su asesinato.
Rigoberto Camacho, otro hermano del titular de la Profeco, secundó a Javier Eduardo en el sentido de exigir a las autoridades el esclarecimiento del crimen.
“Queremos justicia, que se esclarezca esta situación y se respete a mi hermano, era un hombre público, transparente. No recibió amenazas, nunca traía guaruras ni nada porque era un hombre limpio”, refirió.
Indicó que el Gobierno del Estado les ofreció su apoyo y ya empezó a investigar el caso.
“Ustedes conocen a Carlos, defendía a la gente y aplicaba la justicia que tenía que impartir, por ahí debe haber enemigos, sospechosos. Estamos destrozados, era un buen hermano, es una desgracia para sus hijos, pero lo vamos a superar”, añadió.
Con él coincidió Samuel Sosa, coordinador de Verificación de la Profeco.
“No había enemigos, no creo que a algún proveedor se le afectara tanto (como) para recurrir a esto. Son situaciones distintas”, dijo.
Por la mañana, en los momentos en que las autoridades descubrían el cadáver del titular de Profeco y otros dos cuerpos, sin saberlo aún, su novia Patricia Fernández y su hermana Martha recibieron a los medios de comunicación en el domicilio de Camacho Alcázar, en el número 639 de la calle General Monterde y exigieron públicamente a los captores compasión y que lo liberaran.
Patricia indicó que cuando ocurrieron los hechos, ella estaba platicando por teléfono con Camacho Alcázar y fue ahí cuando se percató que hombres armados intentaban ingresar al conjunto de departamentos donde habitaba.
“Nada más me dijo exactamente que habían llegado los soldados, que él los había visto por la ventana del baño. Yo creo que escuchó ruido, entonces me dijo que le hablara por teléfono a su casa, le marqué y me dijo que le querían tumbar la puerta, dejó el teléfono y bajó para abrir”, narró.
Señaló que intentó comunicarse nuevamente con Carlos y al no encontrar respuesta se dirigió al domicilio, para encontrarlo vacío.
“Le seguí hablando y no me contestó, vine y encontré las puertas abiertas, la televisión prendida”, apuntó.
Ahí le informaron que hombres de aspecto joven, que viajaban en dos camionetas color verde y azul irrumpieron en los departamentos tras rondar la calle Monterde y revisaron los cinco domicilios que se encuentran en el lugar para llevarse a los hombres que encontraron.
“Vi a la señora del número 3 muy angustiada, muy asustada, le pregunté qué había pasado y me dijo que se los llevaron. Se llevaron dos carros que estaban afuera”, refirió. Posteriormente tomó sus cosas y se fue del lugar a toda prisa.
A partir de ahí, la familia de Camacho Alcázar entró en desesperación y se movilizó para buscarlo con la milicia y las autoridades federales y después para formalizar el reporte del hecho.
“Problemas no tenía con nadie, él es una persona muy tranquila que siempre estaba viendo por su gente. No sabemos que pasó, para nosotros es un secuestro. Los vecinos vieron soldados encapuchados, él literalmente dijo soldados. Los vecinos dijeron que no traían placas. Eran dos personas vestidas de civil y cuatro uniformados con capuchas”, refirió Martha, hermana del delegado de la Profeco.
Indicó que evidentemente se trató de una equivocación y pidió a los captores ablandar su corazón.
“Es evidente (que fue equivocación), entraron a varios departamentos y se llevaron a todos los hombres que estaban en su casa, no sólo a mi hermano, se llevaron a cuatro hombres, una pareja, dejaron sólo a la señora”, agregó.
Carlos Camacho fue localizado en la mañana por las autoridades investigadoras y su cuerpo fue reconocido oficialmente después del mediodía por su misma familia que se congregó en el anfiteatro de la UACJ donde se le practicó la necropsia de Ley.
Tras su identificación, el llanto y la consternación se hicieron presentes, incluso entre los empleados de la Profeco que también acudieron al lugar.
(El Diario, 18 de mayo de 2008)
domingo, 18 de mayo de 2008
Reclama justicia familia de Carlos Froylán Camacho
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario