miércoles, 7 de mayo de 2008

Elementos del Ejército y la PFP agreden a reporteros en 2 entidades

R. Villalpando y J. Valdez (Corresponsales)

Unos 50 militares que participan en el Operativo Conjunto Chihuahua allanaron la casa de Emilio Gutiérrez Soto, corresponsal del Diario de Juárez en el municipio de Ascensión, ubicado en la zona noroeste de la entidad, cuando el periodista dormía..

El rotativo, uno de los principales del estado de Chihuahua y de El Paso, Texas, publicó que “aunque los militares se justificaron diciendo que se trataba de un operativo normal en busca de armas o droga, sorprenden los métodos utilizados que, lejos de inspirar confianza, alientan la sicosis general que vive la región ante las ejecuciones del crimen organizado que opera igual, haciendo uso de la fuerza excesiva, con los rostros cubiertos y uniformados como el Ejército”.

El periodista denunció que los militares entraron de madrugada en su vivienda, sin orden de cateo, y tanto él como su hijo menor de edad que lo acompañaba fueron encañonados con rifles de asalto para que se levantaran de la cama mientras ellos cateaban la vivienda. Al salir, uno de los mandos le dijo que si se sabía de algún ilícito en su contra lo comunicara a la guarnición.

Gutiérrez Soto dijo que los militares no encontraron elemento alguno que justificara el ingreso violento a la vivienda, pero fue obligado a mostrar todos los rincones de la casa para su revisión, mientras otros soldados acordonaban el área.

Desde que se inició el Operativo Conjunto Chihuahua, reporteros, camarógrafos y fotógrafos de prensa han sido amedrentados por los militares, quienes los han agredido verbalmente y encañonado para evitar que filmen los operativos que realizan, o ingresan en sus viviendas sin orden de cateo.

El pasado 5 de abril, Agustín Meza, camarógrafo del Canal 44 local, denunció que por segunda ocasión fue encañonado por militares cuando filmaba a soldados que entraban a una casa.

Golpean a comunicadores

En Culiacán, Sinaloa, Leobardo Espinoza, Giovanni Elizalde y Toribio Bueno, periodistas del rotativo El debate, fueron golpeados por agentes de la Policía Federal Preventiva cuando los comunicadores cubrían un operativo de los agentes sobre el bulevar Francisco I. Madero, esquina con calle Morelos.

(La Jornada, 7 de mayo de 2008)

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