miércoles, 13 de diciembre de 2006

Calderón Hinojosa justifica militarización en Apatzingán

La lucha del presidente de México contra el narcotráfico toma forma; da marcha a un operativo de seguridad en carreteras



13 de diciembre de 2006

MÉXICO, D.F. (EFE).— El presidente mexicano, Felipe Calderón, dijo ayer que durante su primer año de mandato pondrá especial atención en la seguridad pública y justificó el envío del Ejército al estado de Michoacán para combatir a los narcotraficantes.

"He señalado que concentraremos la acción oficial en tres prioridades: combatir la pobreza, generar empleos y, en este primer año de gobierno especialmente, la seguridad pública", señaló el mandatario al lanzar ayer mismo en el municipio de Tepotzotlán, Estado de México, un operativo nacional de vigilancia de carreteras.

Calderón manifestó que la seguridad en varias regiones de México, donde operan narcotraficantes, secuestradores, traficantes de personas y otros delincuentes, "debe ser restituida por todos los medios lícitos posibles al alcance de los gobiernos federal, estatal y municipal".

"Por eso he presentado al Congreso un presupuesto que considera un incremento de casi el 60% a las funciones de la Secretaría de Seguridad Pública y de casi 20% a las Fuerzas Armadas", enfatizó el mandatario.

Añadió que las fuerzas militares y policiales son las "responsables de salvaguardar la integridad física y el patrimonio de los mexicanos, la seguridad interior y la seguridad nacional".

"Esto implica un esfuerzo sin precedentes, que nos permite realizar operativos como el iniciado el lunes en Michoacán, asolado por el crimen organizado", enfatizó.

En Michoacán operan bandas de narcotraficantes rivales que utilizan armas potentes, han reclutado a ex militares guatemaltecos y mexicanos y acudido a métodos atroces en su "guerra a muerte", según las autoridades.

El gobierno federal de México considera que Michoacán es el estado más azotado por la "narcoviolencia" que también afecta a regiones fronterizas con Estados Unidos y ha dejado este año más de dos mil muertos en todo el país, cerca de 600 en el estado intervenido.

Calderón dijo que el envío a Michoacán de más de cinco mil militares y policías, y decenas de aeronaves y vehículos de combate, "tiene por objeto restituir plenamente el mando de la autoridad gubernamental sobre el territorio y la población".

Los agentes también buscan luchar contra el tráfico de drogas, erradicar los plantíos ilícitos y "recuperar la normalidad y la tranquilidad de los mexicanos que habitan en ese estado", señaló el mandatario.

El secretario de Gobernación, Francisco Ramírez, dijo al anunciar el plan que en la operación antidrogas también toman parte las carteras de Defensa, Marina y Seguridad Pública, así como la Procuraduría General de la República (PGR).

Al referirse al programa de vigilancia en las carreteras, con motivo de las vacaciones navideñas y del regreso de los mexicanos residentes en EU y otros países, Calderón dijo que su gobierno "no escatimará esfuerzos ni recursos para proteger la vida y la seguridad" de los viajeros.

En el plan, que se extenderá hasta el próximo 9 de enero y abarcará también a los aeropuertos, puertos y centrales de autobuses, tomarán parte más de 7 mil policías en miles de vehículos y cinco helicópteros, expresó el mandatario que exigió a los agentes actuar con "dignidad y honradez".

(La Opinión, 13 de diciembre de 2006)

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