domingo, 25 de marzo de 2007

Exige enviado del Papa no despreciar la vida en nombre de la democracia

El cardenal López Trujillo fustiga a mujeres con la conciencia ''domesticada'' que deciden sobre los no nacidos como si fueran un apéndice

Si se despenaliza el aborto, habrá problemas, advierte Kumate

ANGELES CRUZ, JUAN BALBOA

La ciencia debe ser conciente de sus límites y asumir que no puede ser la explicación de todo, y los hombres tampoco deben pretender "borrarle la plana a Dios" con actitudes de "desprecio por la vida", advirtió el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, quien en una disertación de una hora se lanzó contra las definiciones "arbitrarias" que "en nombre de la democracia " se hacen de la familia y la vida.

El prelado participó en la primera sesión del tercer Congreso Internacional Provida: Manipulación de embriones genéticos, en cuya inauguración destacó la presencia de una banda de guerra con miembros del Ejército que llevaban armas largas y con quienes se realizaron los honores a la bandera.

Respecto al aborto, López Trujillo planteó que "estamos en un mundo que confunde el delito como un derecho" y la gente, en particular las mujeres, con la conciencia "domesticada, aletargada", creen que ese derecho las libera y deciden sobre los no nacidos como si se tratara de un apéndice con el que pueden hacer lo que quieran.

Ante los asistentes al congreso, de los que al menos la mitad eran adolescentes, alumnos de escuelas particulares, que pagaron una cuota de 50 pesos, el enviado del Papa habló de la no discriminación como "el criterio más socorrido" para justificar "nuevas y arbitrarias definiciones" de la familia y la vida.

Cuidadoso de no referirse de manera directa a la discusión que tiene lugar en el Distrito Federal por la iniciativa de reforma legal que ampliaría las causales del aborto, el cardenal subrayó que la vida no se mide con parámetros de ciencia ilimitada y arrogante, sino con criterios filosóficos más amplios que reconocen que la calidad de vida no es menor cuando hay dolor y enfermedad. "Esto es lo que dice la Iglesia, aunque a veces no se le comprende", apuntó, aunque él mismo omitió hablar sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre su vida.

Surgimiento del pre-embrión

En la sesión inaugural, que congregó a miembros de los grupos conservadores del país, como José Barroso Chávez, de la Orden de Malta, y el obispo Roberto Balmori, de Ciudad Valles, San Luis Potosí, entre otros, el ex secretario de Salud, Jesús Kumate, reconoció que las mujeres tienen el libre albedrío para interrumpir un embarazo, pero "que sean concientes que destruyen a un ser humano". Aseguró que de aprobarse la reforma legal en el Distrito Federal "habrá problemas", porque "ningún médico se atrevería a destruir a un ser" totalmente formado a las 12 semanas de gestación.

Dijo que por razones políticas y la conveniencia de cada pueblo se han introducido nuevos criterios sobre las etapas del embarazo, con los que se ha incluido el concepto de pre-embrión para justificar los abortos. Sin embargo, la vida empieza desde el momento de la fertilización, dijo.

Por su parte, Jorge Serrano Limón, presidente de Provida, también reconoció el derecho de las mujeres a decidir sobre su sexualidad y su reproducción, pero "una vez que se embarazan no tienen derecho a matar a ese ser" bajo ninguna circunstancia.

Advirtió que de aprobarse la reforma del Código Penal, Provida iniciará una campaña de difusión -financiada con recursos "totalmente privados"- para que la sociedad conozca lo que se haya aprobado.

Reconoció, sin embargo, que de siete mil mujeres que han acudido a los Centros de Ayuda para la Mujer de Provida, alrededor de 600 decidieron abortar.

Aunque investigaciones científicas realizadas en Estados Unidos y Gran Bretaña han demostrado que no existe el llamado "síndrome de estrés post aborto", Serrano Limón afirmó que todos los abortos "causan un daño sicológico terrible" a quienes recurren a esta medida.

(La Jornada, 25 de marzo de 2007)

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